07/04/2022
Los orígenes del Libertador de América han sido, y lo siguen siendo, motivo de debates eternos. La historia oficial sostiene que nació en Corrientes, Yapeyú, el 25 de febrero de 1778, ¿y la otra?
Rumores, mitos e historias que han pasado a través del tiempo sobre el Libertador de América, José de San Martín, no faltan. Muchas las hemos escuchado en los colegios y en cada 17 de agosto cuando conmemoramos un nuevo año de su fallecimiento y si bien varias son polémicas, la de su origen ha sido el punto más conflictivo.
Lo que todos hemos aprendido en la escuela es que José Francisco de San Martín y Matorras nació el 25 de febrero de 1778 en Corrientes, Yapeyú. Sus padres, Juan de San Martín y Gómez y Gregoria Matorras, eran dos españoles que se habían instalado en lo que por ese entonces era el Virreinato del Río del Plata luego que lo asignaran gobernador del Departamento Yapeyú.
La historia entre San Martín y los Alvear empezó mucho antes de aquel viaje que terminaría por cambiar la historia latinoamericana y el inicio podemos trazarlo con Diego de Alvear y Ponce de León, un notable militar y político español que en 1749 fue destinado a Buenos Aires con la expedición que encabezó Pedro de Cevallos en medio de la disputa entre España y Portugal por Colonia del Sacramento, hoy Uruguay. Pasó casi 30 años en estas tierras, formando una familia y construyendo una exitosa carrera militar.
Uno de los rumores más fuertes que rodean su figura es que tuvo un hijo natural con una indígena guaraní y que habría sido adoptado por Juan de San Martín y Gregoria Matorras. Ese niño al que se menciona, pasó a la historia como José de San Martín y tal hipótesis surge de una carta de 1877 en la cual María Joaquina de Alvear, nieta de Don Diego, afirmaba ser sobrina carnal del libertador de Argentina, Chile y Perú. Por otro lado, la apariencia física de San Martín siempre fue motivo de debate puesto que tenía piel oscura y ojos y cabellos negros y Juan, su padre, era castaño y de ojos claros.
Los historiadores han desmentido esta versión y explicando que la carta de Joaquina, hija de Carlos de Alvear, se debía a un cuadro de demencia senil que padecía y que fue confirmado cuando su esposo -Agustín Arrotea- pidió en un juzgado civil ser su curador judicial debido a su incapacidad de realizar actos civiles.
Los destinos de los Alvear y San Martín volvieron a unirse cuando Carlos María y José regresaron a Buenos Aires y formaron la Logia Lautaro, incluso el primero fue el padrino de bodas del segundo cuando se casó con Remedios de Escalada el 12 de noviembre de 1812. Pero la relación se rompió por completo cuando Alvear se convirtió en Director Supremo en 1815 y comenzó a ver al General como una verdadera amenaza para sus intereses; hasta intentó por todos los medios boicotear sus planes independentistas como oponerse a la creación del Ejército de los Andes que finalmente logró organizar.
En cuanto a los orígenes del libertador, en 2017 descendientes de la familia Alvear fueron a la Justicia para que se le realizara un ADN al Libertador y constatar si era uno de ellos. La Cámara Civil rechazó dicho pedido y la familia aún se debate si elevar el pedido a la Corte Suprema.
Varios historiadores se oponen a que le realicen estudios al cuerpo de San Martín, sepultado en la Catedral Metropolitana, debido a que pasaron tantos años de su muerte que posiblemente no se encuentre material genético que pueda ser contrastable. Quizá nunca se pueda confirmar o no el verdadero origen de San Martín.