05/11/2021
Uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad hoy es cómo reducir la producción de gases que están sobrecalentando nuestra atmósfera
Ver cómo podemos disminuir nuestras emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases dañinos es una de las metas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, conocida como COP26, que se realiza en la ciudad escocesa de Glasgow.
Pero mientras los políticos y científicos debaten sobre cómo reducir la quema de combustibles fósiles y otras actividades contaminantes, poco se hablado de otra gran fuente de gases de efecto invernadero que es potencialmente muchísimo más peligrosa para nuestra atmósfera.
Qué es el permafrost
Se trata de una capa de subsuelo de la corteza terrestre que se encuentra congelada de manera permanente -de ahí su nombre- en algunas de las regiones más frías del mundo.
Está debajo de una franja más delgada de vegetación y tierra, que los expertos llaman "capa activa", que se congela cuando tiene nieve o hielo encima y se descongela cuando hace más calor. Esa capa protege al permafrost, que está compuesto de tierra, rocas, arena y materia orgánica (restos de plantas y animales), unidos por hielo.
Es en esos restos orgánicos donde está capturado el carbono que, congelado bajo tierra es inofensivo, pero de ser liberado en vastas cantidades podría convertirse en una de las principales fuentes de contaminación del planeta. Julian Murton, profesor de Ciencia del Permafrost en la Universidad de Sussex, en Inglaterra, le explicó a BBC Mundo que, según las condiciones en la superficie, el carbono puede liberarse como CO2 o como metano, que es "30 veces más poderoso como gas de efecto invernadero".
Aunque cualquier capa de subsuelo que permanece congelada al menos dos años ya es considerada técnicamente permafrost, Murton señaló que "grandes extensiones se crearon durante las eras de hielo". Este permafrost más antiguo, que tiene cientos de miles de años, es el más grueso y profundo, y puede llegar a extender hasta 1.500 metros bajo la superficie. En cambio, el permafrost más reciente suele tener apenas unos centímetros de profundidad.
Dónde está
La mayor parte está en el hemisferio norte, donde se estima que casi un cuarto de los suelos tienen permafrost. Se concentra principalmente en la región del Ártico, en particular en partes de Rusia (Siberia), Estados Unidos (Alaska), Canadá y Dinamarca (Groenlandia).
Además del Ártico, también se le encuentra en la meseta tibetana y en regiones de gran altitud, como las Montañas Rocosas. En el hemisferio sur hay mucho menos permafrost que en el norte, porque hay más océano y menos tierra.
Aunque los científicos sospechan que debe haber tierra congelada debajo de la enorme capa de hielo de la Antártida, es demasiado profunda como para corroborarlo.
Sí se sabe que hay permafrost en las pequeñas secciones del continente blanco donde hay suelo desnudo. También lo hay en las regiones australes más altas, como los Andes, en Sudamérica, y los Alpes del Sur, en Nueva Zelanda. Fuente: (BBC Mundo)