16/01/2022
Las energías renovables cada día más se hacen presentes en la vida diaria
Para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de gases de invernadero (GEI) establecidos en el acuerdo climático de París, y a la vez crear empleos y desarrollo local, Argentina necesita acelerar su transición hacia las energías renovables.
Uno de los focos del Plan de Desarrollo Productivo Verde, lanzado en julio de 2021, fue el programa de Desarrollo de la Industria Solar Térmica, que se propone elevar la producción de termotanques solares de 5.000 a 30.000 por año.
“Impulsamos la fabricación de equipos nacionales, en conjunto con universidades, el INTI y unas 20 pymes en todo el país”, comenta el ingeniero rosarino Pablo Bertinat, a cargo del programa. “El objetivo es instalar termotanques solares en 120 mil viviendas sociales que se construirán en los próximos años, y llegar a más de 4.5 millones de hogares en regiones del país sin acceso al gas natural”, agregó.
Estos equipos tienen un sistema auxiliar a electricidad o gas para horas en que no hay sol, y permiten ahorrar hasta el 70% de energía.
Actualmente el valor de un termotanque solar parte de los $ 170.000 (contra unos $ 50.000 de uno convencional). Sin embargo, permite un ahorro considerable en la tarifa energética mensual. “En zonas donde no hay red de gas y se usa electricidad o garrafas, se amortizan en 2 a 4 años”, apunta Bertinat.
En la actualidad existen dos leyes que regulan la generación y consumo de energías renovables. Por un lado, la 27191 de Energías Renovables, promulgada en el 2015, establece que el 20% del consumo de energía eléctrica de las grandes empresas debe ser de fuentes renovables para el año 2025.
Por otro lado, la Ley 27424 de Energía Distribuida, sancionada en 2018 con el objetivo de promover la generación de energía eléctrica por parte de los usuarios para su autoconsumo, con eventual inyección de excedentes a la red.
La Ley de Energía Distribuida permite obtener un bono de crédito fiscal de $ 30.000 por cada Kilowatt instalado (hasta un máximo de $ 2.000.000), que puede ser utilizado para el pago de impuestos nacionales, como IVA, ingresos brutos o impuestos internos.