08/02/2024
Paola Roldán es la mujer detrás de la iniciativa por la que busca acceder a una muerte digna en medio de su batalla contra la esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad incurable
La Corte Constitucional de Ecuador finalmente se pronunció este miércoles en favor de la demanda presentada por Paola Roldán y aprobó la despenalización de la eutanasia en el país. La decisión se definió con siete votos afirmativos de los nueve magistrados, que concluyó que la práctica gozará de “constitucionalidad condicionada” y no se condenará al médico a cargo del procedimiento “siempre que éste acceda al pedido de eutanasia activa de un paciente de manera libre, informada e inequívoca, a causa de un padecimiento de intenso sufrimiento proveniente de una lesión corporal grave e irreversible o de una enfermedad grave e incurable”.
La mujer de 42 años llevó el proyecto ante la Justicia el pasado 8 de agosto, con la esperanza de que ésta le diera la posibilidad de acceder a una muerte digna en medio de su batalla de más de tres años contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad que destruye las células nerviosas que controlan los músculos y que no tiene cura.
El camino que Roldán debió recorrer en estos cinco meses fue largo y duro, no sólo en sus comparecencias ante los tribunales sino también frente al deterioro de su salud. “Mi cuerpo comenzó a rechazar la comida intravenosa, así que voy 17 días viviendo a punta de sueros”, les recordó semanas atrás a los magistrados a cargo de su caso y les imploró una respuesta pronta ya que la enfermedad había avanzado sobre el 95% de su cuerpo.
“Para muchos, 162 días es nada pero para mí han sido 3.888 horas de supervivencia” en las que, incluso, seis médicos distintos abandonaron su tratamiento, sufrió “docenas de episodios de atoro y 10 días entre Navidad e inicios de este año con crisis tan graves que me untaron los óleos y me despedí de mi familia”, agregó en sus redes sociales mientras uno de sus abogados resaltó que “sólo puede mover los músculos de la cara, los ojos. El cerebro le funciona absolutamente perfecto pero no tiene ninguna movilidad en ninguna parte del cuerpo”.