17/11/2024
El presidente argentino no comparte la mirada política del mandatario brasileño respecto al cambio climático, la agenda de desarrollo sustentable, la crisis en Medio Oriente y la posibilidad de cobrar un impuesto a los denominados “super ricos”, pero insiste en lograr una salida diplomática que no afecte a la cumbre que inicia mañana en el Museo de Arte Moderno
El gobierno de Brasil instaló en los medios locales que Javier Milei no está dispuesto a negociar una sola palabra del comunicado final del G20 y que, en combinación con Donald Trump, su objetivo geopolítico es implosionar al foro multilateral que reúne a los países más importantes del planeta.
La Argentina rechazó esa versión de los hechos y confirmó que está dispuesto a negociar en Río de Janeiro con las autoridades del G20 un comunicado final que vaya en línea con los intereses de todos los socios del foro multilateral. Federico Pinedo, sherpa de la Argentina en el G20, está en esa compleja faena diplomática.
La preocupación de la Casa Rosada es que Lula utilice el comunicado final del G20 para apalancar su propia agenda doméstica, y una señal clara de esa intención política son los borradores que puso a negociar para abordar la crisis en Medio Oriente. El Presidente de Brasil tiene una posición contra Israel que favorece a Hamas, Hezbollah e Irán, y la administración Milei no aceptará esa propuesta bajo ninguna circunstancia.
Asimismo, Milei no comparte la perspectiva ideológica de Lula respecto al cambio climático, la agenda de Desarrollo Sustentable y la posibilidad de cobrar un impuesto del 2 por ciento a los denominados “super ricos”, pero instruyó que se agoten todas las instancias con los negociadores del G20 antes de anunciar que Argentina no firmará el comunicado final.
“El presidente tiene sus líneas rojas y quiere que se las respeten. Eso no significa que viene a romper el G20: significa que quiere acordar sin transigir su mirada del mundo. Es lo que estamos pidiendo, y es lo que estamos negociando con los sherpas del G20, al margen de la información falsa que el gobierno de Lula esta filtrando a los medios locales”, explicó un integrante del gobierno.