Baterías de litio: Cómo funcionan las que se fabricarán en Argentina

UniLiB será la primera planta industrial nacional de baterías y celdas de litio y se inaugurará a fin de año en Berisso. Hasta el momento, Argentina, que junto con Bolivia y Chile, conforma el llamado "triángulo del litio", importa las partes y realiza el ensamblado en el país, o importa directamente el producto terminado.

Las baterías de litio son dispositivos compuestos de una o varias celdas de energía, dependiendo su uso final, que están diseñados para almacenar una mayor cantidad de energía eléctrica en acumuladores ligeros, de pequeño tamaño y con un alto rendimiento, adaptados a las demandas de la industria electrónica de gran consumo.

Al ser recargables, además, son una alternativa amigable con el medio ambiente. “Es un paso muy importante porque va a permitir completar la cadena productiva del litio en el país, teniendo en cuenta que ya se hace extracción y purificación, pero lo que falta es la fabricación de materiales activos”, explicó Félix Requejo, investigador del CONICET al frente de la dirección científica del proyecto.

Y añadió que se trata de "un producto de alto valor agregado con la intervención de un importante recurso natural". La planta estará en un predio de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y podría emplear a unas 60 personas. Y espera fabricar 300 celdas diarias, es decir que tendrá una capacidad anual de producción de baterías como para almacenar una energía de unos 5 megavatios/ hora (mW.h).

A modo de referencia, desde el CONICET detallaron que la energía necesaria para abastecer cuatro habitaciones durante un día es de 13,5 kilovatios/ hora (kW.h), una cantidad acumulable en 200 celdas.

Con estas baterías se podría llegar a atender demandas de escuelas rurales o alejadas de la red eléctrica que utilizan energía solar o eólica, por ejemplo. No obstante, en una primera serán destinadas a atender demandas regionales específicas y estratégicas de los Ministerios de Defensa de la Nación y de Producción de la provincia de Buenos Aires.

¿Por qué es importante el litio?

Argentina conforma, junto con Bolivia y Chile, el "triángulo del litio", dado que concentran el 85% de las reservas de litio de fácil extracción del planeta, según un informe de la UNLP. Los niveles de concentración del mineral en esta área geográfica facilitan su explotación, tornándola muy rentable en relación con lo que ocurre en otras partes del mundo en las que, si bien existen importantes cantidades, se encuentran dispersas o son de difícil extracción.

En la actualidad, los salares son la fuente más importante de litio. En Argentina, hay 50 proyectos de litio en distintas fases de exploración y desarrollo en el país, y solo dos proyectos produciendo: uno en el Salar Olaroz de Jujuy y otro en el Salar del Hombre Muerto de Catamarca. De acuerdo a información de la Secretaría de Minería, los dos proyectos activos producirán este año 37.000 toneladas de carbonato de litio.

¿Cuán tóxico es el litio?

Aunque los fallos en la seguridad sean muy raros, las baterías de iones de litio pueden presentar una amenaza potencial y, cuanta más capacidad tenga, mayor es la concentración de emisiones de monóxido de carbono que puede emitir, según un estudio publicado en la revista científica Nano Energy en 2016.

La investigación señaló que si son sometidas a altas temperaturas, pueden llegar a emitir más de 100 gases que podrían ser tóxicos para las personas y el medio ambiente y provocar graves daños en cortos períodos de tiempo si se filtran en espacios reducidos como un coche o la cabina de un avión. Sin embargo, la toxicidad relacionada con el litio viene dada principalmente por el mal uso de este elemento químico en los tratamientos médicos.

El litio fue aprobado para el tratamiento de medicamentos estabilizadores de ánimo para pacientes con trastorno bipolar, y si bien mejora la vida de muchos pacientes, ingerir niveles superiores al necesario puede producir intoxicación. Por esta razón, los pacientes que usan litio deben someterse a análisis de sangre frecuentes para monitorear los niveles del medicamento.

Los signos tempranos por toxicidad por litio son náuseas, diarrea, vómitos, pérdida de apetito, somnolencia, debilidad muscular y disminución de la coordinación. Con el aumento de los niveles de este químico en la sangre, los pacientes pueden experimentar una falta grave de control muscular, dificultad para hablar, visión borrosa, percepción de zumbido en los oídos y un aumento notable de la producción de orina. En los casos más graves, puede provocar convulsiones y ritmos cardíacos anormales.